martes, 4 de enero de 2011

LA SEQUÍA

No busques más; 2104
un dios inexplicable ha comprendido.

Te devolverá también tus ceremonias.

Y cargarás enteros
aquellos lienzos donde esculpiste mis arrugas;
los diagramas inocentes de todos tus embustes;
los sofocos miserables
bajo mi piel.

Yo adivino tus días en los trenes
capeando sobresaltos;
tu correr inseguro en el andén inalcanzable;
tus pausas escurridas bajo mi grito ciego.


Mi verso inútil
y la última gota de sal sobre la almohada.


No tiene caso ya
que leas estas notas imprevistas.


Camina hacia ese dios absurdo que te impulsa
y reclámale la devoción negada;
yo acopiaré apenas tu sonrisa.


Un bostezo de luz para mi ocaso.

© Teresa Palazzo Conti
www.lapoesiadeteresa.com

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